miércoles, 17 de noviembre de 2010

DE TRUJILLO A CRISTOBAL COLON

OTRO FUERA EL VERSAINOGRAMA DE NERUDA Y LAS MIRABAL FUERAN ABUELAS VIVAS

Tony Rodríguez

Si Cristóbal Colón hubiera orientado mejor su brújula, si Trujillo en vez de nacer en San Cristóbal hubiera sido español, no tuviéramos ese faro apagado, ni un Montesinos en el Malecón clamando justicia, ni un monumento a la Virgen de las Mercedes allá en el cerro, ni un Concordato.

Otro fuera el Versainograma de Neruda y las Mirabal fueran abuelas vivas.

Ese faro no ha dado el resultado esperado. Pocos turistas hacen caso a las historias de Cristóbal Colón que se prohíjan por esta parte del mundo. Para lo mismo servirá un museo-mausoleo a Trujillo, el dictador asesino de mujeres.

Nuestros historiadores, nuestros defensores de derechos humanos, nuestra clase gobernante, en nada se interesan en fijar un día en el año para reflexionar sobre el exterminio de la raza aborigen de la isla hoy domínico-haitiana. No hubo posibilidad de huir, todos fueron fulminados por aquellos que acompañaron a Colón en el viaje y por los que vinieron después a esclavizar y a violar indias.
Sin Colón y sin Trujillo, creo que estuviéramos mejor. Otros nos hubieran evangelizado y enseñado a ser civilizados. Nuestros aborígenes caminaran con sus trenzas y vestidos multicolores por calles de Santo Domingo, del Cibao, Bayahá y Maguana. Rufino de la Cruz fuera un anciano retirado en Salcedo y los hermanos Patiño, unos concurrentes de los parques Plaza Valerio y Duarte.

Ningún sentido tuvieran las fechas 30 de mayo, 12 de octubre y 25 de noviembre. No tuviéramos que recordar a Diego de Ocampo al mirar al pico, ni a Enriquillo al echar un vistazo hacia la sierra de Bahoruco.

Sin esos dos personajes, fueran menos los héroes y menos las tumbas.

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