viernes, 17 de junio de 2011

EL HOMBRE LA MATO EN PRESENCIA DE LOS HIJOS

Tomada de elsoldesantiago.com

Por Maxwell Reyes

Santiago.-Una mujer ha sido asesinada de una puñalada en el pecho, la tarde del jueves en el interior de una cabaña de esta ciudad de Santiago, en un confuso incidente.

La victima ha sido identificada por las autoridades como Gleidy María Muñoz Gómez de 26 años de edad quien residía en la comunidad de Arenoso y al momento de su muerte estaba acompañada de sus tres hijos menores de 8, 10 y 12 años de edad, quienes no se percataron que su madre había sido asesinada.

Núñez fue hallada por las autoridades con una estocada en el pecho, luego que empleados de la cabaña Palmar dieran la voz de alerta.

La noticia ha causado consternación en la comunidad de Arenoso, donde la noche del jueves sus moradores lamentaban el asesinato de la joven de 26 años y madre de tres niños.

Por el hecho de sangre esta detenido Pedro Luís Báez de 47 años de edad a quien las autoridades del Ministerio Público y de La Policía Nacional interrogaban, para en las próximas horas someterlo a la justicia.

De acuerdo a informaciones preliminares, Báez residía en la misma comunidad que la hoy occisa y laboraba en una Farmacia.

El cadáver de Gleidy María Muñoz Gómez fue levantado por el fiscal adjunto Elvin Ventura y patólogos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y llevado a la morgue del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez para autopsia.

LA HISTORIA DE REPUBLICA DOMINICANA QUE NO SE HA ESCRITO


Tony Rodríguez

Los historiadores nuestros, se han negado a escribir la historia contemporánea. El medio siglo después de Trujillo, del Golpe de Estado a Juan Bosch y de la Revolución de 1965.

Se han negado a narrarles a los escolares y a la sociedad, los crímenes horrendos que se cometieron en los 12 años de Balaguer, no han elaborado el árbol de las viudas, los huérfanos y de las víctimas directas de un régimen que a la par, urbanizó el país, con puentes, carreteras, avenidas, complejos habitacionales, monumentos y edificaciones para alojar la burocracia estatal.

Los investigadores sociales han hecho de Trujillo la principal fuente de la historia dominicana, dejando muy atrás a Duarte y a Luperón, pero esa no es la crítica.

Se han retrasado en publicar los hechos históricos de dos gobiernos seguidos del PRD, en que afloraron la democracia y la libertad de decir y andar, en que se creó el ITEBI, como impuesto lesivo al ciudadano, un 4% por ciento que encareció todo cuando se adquiría en los mercados nacionales. Y ahí mismo cabe, el suicidio de un presidente agonizante por las heridas causadas desde su propio partido, Antonio Guzmán.

Es deuda de los libros de historia, resaltar los méritos y relatar los hechos de desenlace, de notables dominicanos como Orlando Martínez, Amín Abel, Francisco Alberto Caamaño, Mamá Tingó y otros muchos que no lograron sobrepasar al régimen militarista-represor de Joaquín Balaguer.

La reacción brutal del otro presidente PRD, Jorge Blanco, de imponer la fuerza y el terror en las calles, contra aquellos que protestaron con los nuevos impuestos y las alzas escandalosas de las divisas. El Balaguer que volvió, anciano y casi ciego, para ocuparse de hacer preso a su antecesor, sentando un precedente hasta ahora único en la historia en que a un gobernante se le juzga y condena por corrupción.
La historia de los líos entre perredeístas no está contada por los estudiosos de los fenómenos sociales. Las confrontaciones de Guzmán-Jorge Blanco, Jacobo Majluta-Jorge Blanco, Peña Gómez-Jacobo Majluta, Hipólito Mejía-Miguel Vargas.

Los fraudes electorales no forman parte de los libros de Historia ni la desaparición de Narcisazo, ni el Frente Patriótico que unió a los archi-enemigos Bosch-Balaguer en un relevo político llamado Leonel Fernández.

Una historia de medio siglo, simplemente no contada. La quiebra de tres bancos y el encarcelamiento de hombres que se consideraban dueños del país; los escandalosos casos PEME y SUN LAND que tintaron de corrupción a herederos boschistas; los casos de corrupción policial (bandas que recuperaban y robaban de nuevo vehículos), la compra muy irregular de invernaderos; los decretos falsificados.

La era del narcotráfico y la vinculación de militares y políticos a las bandas internacionales de narcos, de las empresas que organizan viajes ilegales en yolas hacia Puerto Rico, de las organizaciones de sicarios y de la magna cum laude inseguridad ciudadana.

Quizás por cobardía o por falta de tiempo, los historiadores nuestros han dado la espalda al pasado reciente que envuelve medio siglo de narraciones pendientes.