Por Tony Rodríguez
Algunos carentes de olfato, vista y tacto no pueden entender que se puede estar en un gremio sin estar en política partidaria. Ven todo a través del filtro de un color político, sin sospechar que en la cobija de un cerebro 40, no solo hay canas, sino libertad de decisión, solidaridad y un ejercicio de liderazgo pleno.
Desde bolos y coludos, todo es disputa por arraigar a los hombres dominicanos en una franja politiquera, sin darle oportunidad al ciudadano a disentir del manjar que los politiqueros que desgobiernan y matan la libertad de ser libre, a no dejarse arrastrar como cueros de res, como longanizas o yaguas.
La camisa de fuerza que corruptos y encantadores de serpientes quieren ponerle al ser humano libre es un atropello a una palabra, a un estado del hombre, a un sentimiento, a una opción plena que todos debiéramos tener: Dignidad.
Los que sin moral persiguen, los que juzgan sin estar a la puerta del cielo, sin ser jueces, sin ser puros ni perfectos, son manipuladores del derecho humano a ser libre.
Mi libertad es mía, no se la debo a ningún partido ni mucho menos a envidiosos e inquisidores, ni a encantadores de serpientes, ni a magos, ni a dueños de lo ajeno, ni a quienes utilizan lo que no es suyo para comprar conciencias, ni a quien se equivoca cuando me juzga por no creerme capaz de ser libre.
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