Tony Rodríguez/analista internacional //
La nueva era sociopolítica trae tantos o más problemas que los del siglo pasado. Muertos están los cabecillas del terror y de la inestabilidad política y económica, y la incertidumbre del camino continúa.
Las muertes de Osama Bin Laden, Saddam Hussein y Muammar Gadhafi, han tranquilizado a quienes vieron en ellos los obstáculos de la paz y la sostenibilidad del conglomerado planetario. Pero Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España, Alemania y otros continúan sumergidos en sus crisis.
La tempestad económica sigue su curso, la hambruna, la incertidumbre, la inseguridad, la desigualdad humana y la mala distribución de las riquezas continúan en el mismo sitial.
El desplome de los regímenes de Túnez, Grecia y Libia, no han constituido soluciones de corto ni mediano plazo a los problemas que motivaron su expulsión.
Al fin de cuentas, ¿qué es lo que se busca? , ¿están claros los objetivos?, ¿podemos ya evaluar los resultados de haber eliminado a los culpables de nuestras desgracias? Sencillamente no. El mundo avanza al capricho de capitalistas salvajes, de la gran industria de las armas, de la voracidad de los petroleros y de la industria de la información, que no hace más que preocuparnos y convertirnos en timoratos.
Nos queda lamentarnos de las nuevas crisis y de la interminable incertidumbre de la inseguridad. Un equilibrio ambiental que se pierde, contaminación que avanza en todos los órdenes, libertad que se pierde al paso de la segundera del reloj.
Las potencias guerreristas deben explicar qué justifica su afán de eliminar a los antihéroes, si es por consumir las armas, si es por venganza, si es por ganar el botín de los caídos, si es por obsesión de dominar fronteras y fortunas.
Los episodios del 9-11 y 11-M cambiaron el rumbo de la humanidad, porque los fuertes y los rebeldes así lo decidieron. Estamos sujetos a caprichos de venganzas y a falsas alarmas o tal vez excusas como las armas químicas de Irak que nunca existieron.
El conglomerado planetario crece, ya somos 7 mil millones de personas. No podemos perder de vista hablar de agua y de alimentación, de cambio climático, de los recursos naturales que se agotan y de la conducta exterminadora del nuevo hombre siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario