A no ser por los
diputados Abel Martínez, Víctor Suárez y Demóstenes Martínez, la producción de
proyectos de leyes, resoluciones, acciones de fiscalización y acompañamiento a
las comunidades de parte de los legisladores de la provincia Santiago es casi
nula.
Santiago ha perdido
protagonismo desde que se produjo la división del Distrito Nacional que trajo
consigo la creación de la provincia Santo Domingo, y por la concentración de
recursos a favor de obras en la Capital del país durante los gobiernos
encabezados por Leonel Fernández.
Desde la debacle de Zonas
Francas en 2008, la provincia más provincia del país (como calificó a Santiago
el maestro Eugenio María De Hostos), la urbe ha caído en un letargo progresivo,
debido a la baja inversión pública, al desplome de la economía privada y el
caos urbano del municipio cabecera.
Los diputados de Santiago
ni se dejan ver de sus gentes, brillan por su ausencia en los medios de
comunicación y casi todos han cambiado de residencia, mudándose hacia lugares
equidistantes de sus circunscripciones.
De los reformistas,
Máximo Castro ha sido quien ha salvado la franquicia, por sus frecuentes
contactos con los electores y sus jornadas de “solidaridad” con los
compatriotas.
Los reformistas, que
crearon la expresión “comesolos” para estigmatizar a los peledeístas, ahora
brillan por su ausencia en las comunidades.
En el PRD, la población
prácticamente desconoce a sus legisladores, dado que estos no asisten a las
comunidades, no se destacan en el Congreso Nacional ni acuden a los medios de
comunicación. Geovanny Tejada, representante de la circunscripción 2 es quien
más ha sonado, por su protagonismo en el juicio contra Hipólito Mejía.
Del PLD, Abel Martínez ha
logrado reconocimiento de la población, tanto local como nacional, debido a su
rol de presidente de la Cámara de Diputados, al gran despliegue publicitario en
los medios de comunicación y al programa de “solidaridad” que mantiene con los
compañeritos de la base. La labor de
Martínez Durán ha logrado trascendencia nacional por el despliegue a la
Constitución Dominicana Infantil, distribuida ya en la mayoría de provincias, a
través de actos en los que se involucra el cuerpo legislativo.
Otros peledeístas, Víctor
Suárez ha sonado por su trabajo en la comisión de Justicia y su participación
como dirigente comunitario en Gurabo.
Actualmente, es presidente del Club Mambuiche.
Demóstenes Martínez, ha
tenido presencia en los medios y en el Congreso, por su rol de presidente de la
Comisión de Justicia en la Cámara de Diputados.
Altagracia González ha
asistido a varios actos de apoyo al proyecto de elevar a Cienfuegos a
municipio.
En los últimos 7 años,
dos peledeístas santiagueros, Abel Martínez y Julio César Valentín, han
presidido la Cámara de Diputados, lo que les granjeó un amplio espacio político
a nivel de la provincia, pero esto no ha repercutido a favor de la agenda de
desarrollo provincial.
En los últimos lustros,
la provincia Santiago han crecido el hacinamiento, el desempleo, la
delincuencia, el consumo y venta de drogas, la economía informal y el deterioro
de los servicios públicos.
Los nombres de los 18 legisladores de Santiago:
Abel Martínez Durán, William Demóstenes
Martínez, Víctor Valdemar Suárez, Ramón Dilepcio Núñez, José Jáquez, Bernardo
Colón, Máximo Castro Silverio, Marino Collante, Vída De León, Lucía Alba,
Francisco Santos, Magda Rodríguez, Geovanny Tejada, Víctor Mencía, Francisco
Matos, Altagracia González, Adalberto Rosa y F. Terrero.
Este es un período
especial de seis años y el de mayores beneficios en toda la historia para los legisladores.
A lo largo de tres años,
legisladores de todas las provincias, han tenido oportunidad de viajar por el
mundo en acciones de representación del Congreso Nacional. Además, una ley votada en el Congreso, los
privilegia con tres exoneraciones de vehículos.
Cada legislador, entre sueldos, viáticos, viajes y
exoneraciones, le cuesta al pueblo dominicano durante el vigente período, más
de 20 millones de pesos.
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