Editor turístico
El turismo es en un mundo
de paz el principal aliado de la economía y del bienestar de las personas.
Los emprendedores tienen
claro el beneficio que genera la industria sin chimenea, porque incrementan las
ventas, siendo un público adicional al que habitualmente acude a sus negocios.
Un turista representa un
beneficio para el país o ciudad que visita, por su aporte a la economía. Cuando se paga el medio de transporte, los
impuestos que se incluyen, el hotel, los alimentos y bebidas, las compras
diversas, las entradas a museos, las propinas, se activa la economía del lugar.
Si promediáramos el gasto
de un turista por día en 100 dólares, una ciudad que recibe a diario mil visitantes,
registraría un circulante adicional al mes de 3 millones de dólares.
En todas las épocas, las
personas han mostrado interés por conocer el mundo, siendo algunos países y
ciudades privilegiados por el marketing logrado a través de sus monumentos,
ambientes e historias predominantes.
Conocer París para
visitar la torre Eiffel y el río Sena, es argumento que utilizan millones de
personas. Otros prefieren ir a New York,
a pasear por Quinta Avenida, a visitar la Estatua de la Libertad y a navegar
por las aguas del Hubson River.
Las vacaciones laborales
y escolares son una buena excusa para justificar un viaje, pero también la
ocasión de realizar compras, hacer negocios, el motivo de una boda, un cumpleaños
o matar el ocio.
En tiempos de paz, todo
país, toda ciudad se abre a los visitantes, porque el turismo es un generador
económico que supera a casi todas las actividades productivas, o simplemente se
alía a otras actividades para incrementar beneficios.
Los países envueltos en
guerras no registran la misma oportunidad de ver su economía movida por el
turismo.
Hay otros factores que ahuyentan
a los turistas. La inseguridad, las
epidemias, la suciedad son algunos de esos agentes que resultan odiosos a
aquellas personas que destinan tiempo y dinero para viajar.
El turista puede
clasificarse según su nivel económico, según el tipo de actividad que prefiere,
y una clasificación atendiendo al lugar de donde proviene, en interno o
externo.
El denominado turismo
interno consiste en visitar en su mismo país ciudades, campos y costas, de modo
que al llegar la persona se aloja en un hotel, consume en un restaurante,
compra en las tiendas, utiliza los servicios de taxi, paga impuestos, entrega
propinas, en fin, incrementa la economía del lugar que está visitando.
El turista externo o
extranjero, lleva los mismos fines, pero su estadía suele ser más prolongada y
sus gastos mayores.
La actividad turística
genera bienestar humano, disminuye el estrés y se constituye en un modo de
salud preventiva.
Los beneficiarios del
negocio turístico son todas aquellas personas emprendedoras, que promueven
actividades económicas para satisfacer las demandas del sector. También el Estado se favorece con el cobro de
impuestos.
Cuando se realiza un
estudio de factibilidad para iniciar un negocio, el factor turístico es aliado
importante para determinar el tipo de actividad a la que nos vamos a dedicar.
Los pueblos deben cuidar
la “gallina de los huevos de oro” que es como se aprecia el negocio
turístico. Los gobiernos con políticas
públicas adecuadas, especialmente destinadas a garantizar la seguridad y la
limpieza contribuyen al turismo, y el sector privado, haciendo conciencia del
servicio, evitando la especulación con los precios y auspiciando el buen trato
a los visitantes.
Del turismo todos podemos
beneficiarnos, sobre todo si nos jugamos la apuesta de hacerlo sostenible.
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