SANTIAGO.- Lo que es del río vuelve al río, dice el
refrán. El terreno que ocupaba el
caserío que borró para siempre la tormenta Olga, en 2008, en el sector Bella
Vista, es amenazado por “pescadores de río revuelto” con ser invadido, lo que
ha encontrado la resistencia de la comunidad.
Vecinos del reparto
Adames, de Bella Vista, se oponen a que unos hombres que se han presentado en
varias ocasiones, alegando que el alcalde Serulle les concedió “títulos” de
solares a ser apartados en el lugar que es conservado por la comunidad como
área verde.
El entonces Ministro de
Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, declaró que ninguna persona
debía ocupar esa franja de terreno colindante al río, convertida en un parque
forestal de conservación por ese Ministerio.
Los antiguos ocupantes de
los terrenos, fueron beneficiados con apartamentos por el gobierno, mientras la
franja verde colindante con el río fue cercada y sembrada por Medio Ambiente.
En varias ocasiones, un
tal “Samuel” y otro hombre han llegado con palos y alambres a cercar solares al
lugar, y los vecinos se han resistido.
Solicitan al alcalde
Serulle fijar posición en relación a los supuestos títulos, dado que esa área es
un parque forestal que pertenece a la margen del río Yaque, y que no van a
permitir que se forme un nuevo caserío.
Las invasiones de terrenos propiedad del Estado y de particulares constituyen un problema en todas las regiones del país. La Justicia es lenta y a veces, apática, en intervenir en este tipo de casos.
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